La compañía Kulunka Teatro ha vuelto a sorprendernos. Después de André y Dorine, mantienen el formato de teatro de máscaras y regresan con Solitudes. Dos actores, una actriz y múltiples personajes que a través del humor tratan un tema tan importante como olvidado: la soledad. Causada en muchos casos por la incomunicación, el individualismo y el no saber escuchar las necesidades que alguien grita de forma silenciosa a nuestra lado.
El protagonista es un anciano que tras el fallecimiento de su esposa ha de ver cómo ni su hijo ni su nieta adolescente saben escuchar su única demanda. Necesita tener a alguien con quien jugar esa partida de cartas que a diario echaba con su mujer, continuar con la rutina que haga más llevadera la pérdida y llene los vacíos de quien le acompañó toda una vida. De forma contraria, cuenta con una nieta enganchada a un móvil (que apenas muestra interés en nadie nada más que ella) y un hijo que lucha diariamente por intentar que su hija le escuche y que su anciano padre esté bien, sin entender que para que sea así ha de saber observar e interpretar qué necesita realmente. Una incomunicación que afecta a las relaciones familiares. Pero en la calle las cosas no son diferentes; prostitutas e indigentes a los que nadie se para a escuchar también sufren en silencio… Y en este bucle de individualismo el ser más insignificante puede convertirse en la mejor compañía.
Con un montaje de gran complejidad dada la multitud de personajes y los tres únicos actores que conforman el elenco, una música elegida de forma exquisita, unas interpretaciones magistrales y unos mensajes en forma de dagas, Solitudes se convierte en magia sobre el escenario. Es capaz de tocar diana en la emoción más pura y llegar desde ahí a la razón que te haga reflexionar, parar el ritmo, observar a aquellas personas que nos rodean y ser conscientes de que todos necesitamos escuchar y ser escuchados. Una genialidad que nadie debería perderse, por ser de las cosas más bellas que, desde nuestra humilde opinión, se hayan hecho sobre un escenario.
Cuando una función termina, y todo un patio de butacas en pie, ovaciona al reparto durante minutos, es que hay un trabajo bien hecho detrás.
Compañía: Kulunka Teatro
Director: Iñaki Rikarte
Reparto: Garbiñe Insausti, José Dault, Edu Cárcamo
Lugar: Teatro Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa