Mark_Twain

La Filmoterapia como proyecto tiene ya casi 15 años. Recuerdo que en esa época yo seguía viviendo un mundo prácticamente analógico en su totalidad; podía pasar perfectamente por un psicólogo de los 70. Apenas utilizaba internet ni el correo electrónico para interactuar con los pacientes y, como buen recién llegado al mundo de la psicoterapia, usaba mucho libro polvoriento de la carrera (y sus cientos de fotocopias) para explicar todo lo que veíamos en consulta; todo muy clásico, académico, rollazo y lleno de telarañas. Me acuerdo de la primera vez que apareció una noción sobre la Filmoterapia en mi cabeza,  tenía yo un paciente con unos niveles muy altos de ansiedad y depresión, que estaba atascado en la carrera de empresariales y se sentía muy vacío (antes de seguir tengo que decir que en la terapia cognitiva las sesiones se convierten muchas veces en guerras dialécticas, en donde tienes que luchar contra las ideas irracionales que tiene el paciente). En este caso el paciente tenía unos niveles tan altos de perfeccionismo, baja autoestima y rigidez de pensamiento, que se estaba asfixiando en una espiral muy destructiva. Recuerdo que cada sesión era un combate durísimo, ya que el chico tenía muy incrustados estos pensamientos casi desde siempre y yo, que acababa de llegar, apenas contaba con experiencia. Intenté poner en práctica todos los recursos que había aprendido en la carrera, pero nada. Le atiborraba a fotocopias y explicaciones de libro, pero era imposible, le echaba rollos teóricos que no servían de nada. Todo parecía perdido hasta que en un intento desesperado de ponerle ejemplos para que fuese consciente de su situación, le pregunté si había visto la película Gattaca, y sí, afortunadamente la había visto y, aún mejor, le había encantado. A partir de ahí empecé a desmenuzarle las actitudes de los dos personajes (Ethan Hawke y Judd Law) a través de la historia, y a ponerla como ejemplos de todo el rollazo cognitivo que le había explicado. Recuerdo que justo en ese momento el chico se incorporó en la silla y comenzó a atenderme como no lo había hecho antes y ¡Eureka!, toda esa explicación a través de la película le hizo “ver la luz”y se dio cuenta de lo que le estaba queriendo decir. No me lo podía creer, gracias a utilizar una película había conseguido más que con toda una biblioteca de libros de psicología.

A partir de ahí empecé a utilizar cada vez más recursos en este sentido para complementar la intervención. Fui probando maneras de incorporarlos en las sesiones, hice listas de películas, cree un blog, una web con categorías… hasta llegar a lo que es ahora la web de Filmoterapia,
A mi me encanta el cine y está claro que “el punto de inflexión Gattaca” tenía que aparecer en algún momento. Las películas son  un recurso inagotable de ejemplos para poner en práctica en terapia: de enfoques, de historias, de cambios personales, de sensaciones, de emociones. Es una mina de oro para usar en consulta. Pero también es una mina de oro a nivel autoayuda, y ese es uno de los mayores objetivos de la página web de Filmoterapia, aportar todo lo que he ido aprendiendo durante estos años para que cualquiera pueda trabajar en si mismo de una manera muy sólida y motivadora. Podríamos decir que muchos de los artículos de la web de Filmoterapia funcionan como si fueran sesiones terapéuticas que uno puede complementar con todo el fondo audiovisual que tiene la página, desde recomendaciones, series, cortos o extractos de películas. Así que si alguien se encuentra  metido en un bloqueo como el chico que yo tuve hace 15 años, apoyándose en la web puede crecer y salir del pozo de la manera más motivadora. Por cierto, el paciente del caso Gattaca finalmente dejó la carrera de empresariales, empezó otra que le gustaba (en la que le fue muy bien) y hoy en día es una persona feliz a la que, como no, le sigue gustando el cine.

Jaime Burque. PSICÓLOGO EN HODGSON & BURQUE
@Filmoterapia