Quedamos con Mariona Belchi (ilustradora) y Pablo Urizal (poeta) para hablar sobre su innovador proyecto editorial, L’ÉCUME, y sobre uno de los primeros libros que lleva esta firma: Incendios (2019), fascinante antología poética en la que participan treinta y cinco poetas. Nos esperan en la planta inferior de Mamúa Café Bar (Madrid). Y Entre café y café…

¿Qué es L’Écume?, ¿de dónde nace esta idea?

P: L’Écume es un proyecto editorial independiente que pretende básicamente devolverle el amor a cada libro. Buscamos que todo aquello que nosotros publiquemos sean obras y experiencias en conjunto. Todo esto nace de la idea inversa que están promoviendo otras editoriales, donde se premia la efectividad, la cantidad y la facilidad de su venta, antes que el cariño y el cuidado de su edición y experiencia con el lector, desde la primera página hasta la última.

Para hacer este libro de antología poética, Incendios, con cierto cariño, hemos invertido mucho tiempo. Esta es precisamente la idea que muchas grandes editoriales han abandonado, porque no entra en su ritmo de ventas. 

El nombre de la editorial puede suscitar interés entre los lectores, ¿de dónde proviene?

P: El nombre (L’Écume) puede significar en francés dos cosas: la espuma o la rabia. En el primer caso hace referencia a la novela de Boris Vian — La espuma de los días —, por sus personajes libres y por su autor, que hizo siempre lo que le dio la gana. Además, el estilo de sus novelas es diferente, por un lado Las hormigas, que es una novela surrealista, y por otro lado Escupiré sobre vuestra tumba, que es todo lo contrario; muy cruda y directa.

La máxima de L’Écume es hacer lo que queremos y en lo que creemos, al igual que este autor y sus personajes.

El proyecto es ambicioso y sincero, ¿quiénes forman principalmente este proyecto?

M: Yo me encargo de la parte gráfica, todo lo que tenga que ver con las ilustraciones y el diseño; estudié Arte Gráfico en la Escola Joso de Barcelona.

P: Intentamos repartirnos todo el trabajo. Yo estoy metido en el mundo de los textos y ella en el de la imagen. Hemos creado entre los dos una dinámica de juego y de cooperación que nos está funcionando muy bien hasta ahora.

El tema de fondo es sin duda innovador; comenzar de nuevo y hacer las cosas bien. ¿Dónde nace esta idea temática tan curiosa?

P: El discurso principal es reforestarse o morir. Estábamos quemados con el mundo editorial y queríamos darle un nuevo aire. Cuando avanzas muy rápido y no te has parado a revisar si has construido bien tus cimientos y con el amor que necesitaban, te encuentras los problemas que viven actualmente muchas empresas. 

Nosotros queríamos destruirlo y empezar de nuevo. No es un discurso de rabia, sino un discurso lleno de amor, ya que es muy fácil mandarlo todo a la mierda y frustrarte, pero si al final eres capaz de ver el otro punto de vista y crear desde el amor, con paciencia, encuentras unos resultados maravillosos.

El futuro está en darle mimo y amor a las cosas pequeñas, y si lo haces bien acabarán creciendo. 

No habéis abandonado la visión artística de este proyecto, ¿qué os ha inspirado para seguir este camino llenos de ilusión?


P: Tenemos la suerte de estar en un momento maravilloso, donde la gente quiere compartir, fuera de los circuitos convencionales o más utilizados. 

Nosotros queremos dar luz a gente que no es conocida y que nos cuenta la vida a través de sus poemas, y esos es lo que queremos valorar.

Hay que olvidar la necesidad de triunfar y buscar en la obra algo personal. Mariona y yo estamos siempre consumiendo arte (libros, museos, cine…). Hay que mirar el mundo sin un juicio y crecer viendo la sinceridad de las cosas, no solo juzgarlas por su apariencia.

Intentáis devolver la voz total a los poetas y la ilusión a los lectores.

M: Buscamos que se vuelva a escuchar a la gente que tiene algo que decir. Estos meses hemos estado viendo  la evolución de la gente que se ha dejado inundar por esta poética y tiene ganas de escuchar a nuevos autores.

Contadnos un poco más sobre Incendios.

M: El primer proyecto real de esta editorial ha sido Incendios, a pesar de que ya habíamos sacado otros libros de manera independiente; Los diez dedos de Naoko de Pablo Urizal, Epicentro de Momo Galera o La gravedad del coyote de Nayar Crespo. Una vez habíamos aprendido con estos y otros trabajos externos a la editorial, nos dimos cuenta de que debíamos buscar nuestra manera personal de desempeñar este trabajo. 

Para nosotros era muy importante que el proyecto naciese de una necesidad y de un discurso real. Queríamos encontrar esas necesidades básicas y devolver al lector todo aquello que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo.

Es un proyecto editorial muy distinto a cualquir sello editorial habitual, ¿qué idea habéis sacado en claro que no tengan otras casas de libros?

P: La idea de esta editorial y de este primer proyecto era la de quemar con los cánones que han sido utilizados hasta ahora y reforestar con los nuestro de nuevo. Queríamos purificar esa producción excesiva.

M: Este libro refleja esa unión que nosotros queremos abanderar: quemar con todo y empezar de nuevo.

El libro recoge textos muy intensos y emocionantes, ¿qué tienen todos ellos en común?

P: Buscábamos textos que nos representasen de alguna manera, ya fueran de gente que es muy conocida y tiene varios libros a sus espaldas o de gente desconocida y sin ninguna publicación anterior. Sin embargo, a pesar de esa diferencia, encontramos a través de sus textos un mismo hilo conductor y de una misma intensidad. Queríamos premiar los textos que emocionan.

El libro impresiona por su contenido y también por su apariencia.

M: Hemos querido que el libro sea una obra de arte, una experiencia y un regalo en su totalidad.

P: Cuando trabajamos la antología le dimos a los autores libertad absoluta de temática y de extension, lo único que les pedimos fue que todos esos textos tuvieran algo de fuego o incendio.

Queríamos encontrar sensaciones incendiarias; queríamos convertir un beso en una novela, en una sensación que erice la piel. 

Echábamos de menos que no se perdiese la personalidad, la vida y la experiencia del autor en el poema, no tanto como unas acotaciones sobre sus pensamientos. Por eso intentamos recuperar la realidad y  la sinceridad de estos textos. Hacer libros de verdad.

M: Todos los textos del libro buscan no dejar indiferente al lector.

¿Aspiráis llegar a las grandes plataformas del marketing actual?.

P: Trabajamos a pie de calle con cierta ambición realista, nuestro objetivo es ir creciendo paso a paso y desde la sinceridad. Estuvimos mucho tiempo quejándonos y creando discursos de cambio, y ese no era el método.

Como dice Suso Sudón: «Si me dedico a crear luz, ¿para qué voy a malgastar el tiempo tratando de anular a las personas que dan sombra?». Lo importante ahora es dar luz.

El panorama actual no sopla a vuestra favor. ¿Qué pensáis de todo esto?

M: Nuestras opiniones al respecto son irrelevantes porque al final todos los universos artísticos y sociales tienen que convivir. Cuanto más construyamos nosotros más favorecemos a la inmensa mayoría. No sirve de nada que hundamos la conciencia a los demás. 

Para todos aquellos y aquellas que se hayan quedado con ganas de acudir a algún recital del libro o hacerse con una ejemplar, ¿dónde podremos encontraros en los próximos meses?

M: En principio no esperamos más recitales próximamente. Pero estaremos en Sant Jordi, con pequeñas librerías que nos han dado soporte y atención. Ha sido muy importante para nosotros el apoyo de librerías como Nakama (Madrid), Ovni Bazar Bizarro (Granada) y La Revoltosa (Gijón).

P: Además, el libro se podrá conseguir a través de la venta online. (https://www.lecume.es/tienda)

Seguro que ya estáis trabajando en algún proyecto de futuro, ¿con qué nos sorprenderá L’Écume?

M: Sí, próximamente sacaremos, además de los poemarios y la antología, libros de artistas en cantidades muy limitadas. Serán libros ilustrados, de fotografía y de poesía, entre otros.

P: Estamos trabajando junto a escritores como Pablo Benavente y Vladi Sonrrisa en proyectos que próximamente saldrán a la luz. 

Entrevista realizada por CRISTIAN MOZO
@CristianLiuva