En una pandemia sin antecedente en la historia de la humanidad y con un largo camino por delante, Nerea Blanco, amante de la filosofía, el buen humor y los Suaves, lo tiene claro: “Creo que a los que queremos ser mejores, nos hará mejores”.
Nerea nos lanza en esta entrevista un abrazo de optimismo, una reflexión sin parangón y una pequeña dosis sobre el fantástico libro que ha publicado este año: “Filosofía entre líneas: O cómo todos llevamos un verano dentro”. No dejéis de leerlo y de sumergiros en esta maravillosa entrevista que no os dejará indiferentes. Ad astra!
P: Filosofía entre líneas es un grito revolucionario dentro del pensamiento filosófico. Diógenes de Sinope o el mismo Henry David Thoreau habrían elogiado un libro tan espontáneo, independiente y reivindicativo como este, sin embargo no son recordados en tu libro. Ahora tenemos la oportunidad de hablar de ellos. ¿Qué han aportado estos autores a tu obra y a tu vida cotidiana?
N: Es curioso, supongo que cada uno recuerda a los personajes que tiene más habitualmente a mano. Es cierto que ambos son muy “punkis” y salen poco entre mis líneas y uno podría pensar que encajarían, pero supongo que precisamente porque tenían ese carácter de “fuera de lo socialmente aceptado” o “fuera de lo social”, no me atraen tanto o —mejor dicho—, no he querido traerlos aquí. Son dos figuras de “outsiders” que molan para pegar una patada en la mesa y decir: “¡El sistema es una mierda!”. Pero pretenden quedarse fuera, y yo, al final, soy un poco más aristotélica cuando sigo reivindicando un espacio social. “Soy porque somos” es algo que a Diógenes no se le ocurriría decir. Pero sin duda, es necesario que haya “punkis” con sus crestas y sus gritos que nos abran los ojos a lo horrible de pertenecer a un sistema injusto. Por eso es gente a la que a veces vuelvo los ojos, igual que me pongo temazos de Eskorbuto.
P: También, nos hablas de cómo grandes autoras de la literatura universal como Simone de Beauvoir o Virginia Wolf nos han influenciado tan positivamente a través de sus obras en lo que a feminismo actual respecta. ¿Crees que ocurrirá igualmente en el futuro con autoras como Judith Butler o Amelia Valcárcel?¿Y de qué manera crees que lo hará?
N: Judith Butler es ya una autora reconocida hasta el punto de que mucha gente cree que es la manera de entender el feminismo de hoy en día (aunque luego se dan cuenta que entenderla es difícil de narices si no se tienen unas bases de filosofía previas). Tiene mucha visibilidad actualmente y será claramente una mujer que se estudiará como feminista de la posmodernidad. Esto es así en tanto que el movimiento Queer está cogiendo fuerza y será algo a estudiarse. Sin duda.
Sobre Amelia Valcárcel no lo tengo tan claro. Igual porque es figura patria y solemos tener una autoestima bastante baja como país. Nos cuesta creer que lo nuestro valga realmente la pena. Pero sería realmente interesante que no olvidemos a nuestras grandes figuras, porque Valcárcel, sin duda, es una de ellas.
P: A Theodor Adorno le parecía todo un acto de barbarie que se volviera a escribir poesía después de Auschwitz. ¿Tiene sentido hace filosofía en tiempos de pandemia? ¿Saldremos mejores de esta o resultará un cambio epidérmico y efímero como asegura el pedagogo Jose Antonio Marina?
N: Tiene sentido y de hecho no hay más que ver cómo ahora mismo uno de los libros más vendidos es “El hombre en busca del sentido” de Viktor Frankl. Además de “La Peste” de Camus, otro Best Seller del momento. Una cosa es hacer poesía después de Auschwitz, que es enfrentarnos a nuestros propios demonios, y otra es rescatarnos de las fauces del caos y de la muerte. Y eso es lo que de algún modo hace la filosofía, preparar para la muerte. O buscar maneras no dogmáticas para mirarla a la cara. Los filósofos nos pasamos la vida conscientes de nuestra fragilidad, y el problema de la duda y la incertidumbre. En este momento en el que la gente de a pie ha sentido ese abismo, es interesante poder dar herramientas para poder sostenerse y no naufragar a pesar del oleaje. En este sentido creo como Ortega, que la cultura, el pensamiento y el arte, son nuestras tablas para sobrellevar este viaje.
Creo que esto marcará un antes y un después. No lo dudo. Creo que a los que queremos ser mejores, nos hará mejores. Pero no tiene por qué suponer un cambio radical para nadie. A veces los grandes cambios vienen a base de esperar a que gota a gota se desborde el vaso. Y ahora mismo siento que nos ha caído un buen chaparrón. Otra cosa es si será suficiente para desbordar el vaso y se verá un gran cambio, o se verá como sigue subiendo el nivel de caos e incertidumbre hasta que sea insoportable y todo acabe dando algún tipo de giro. Veremos. Pero que esto nos va a afectar como sociedad (incluso de manera global), no lo pongo en duda.
P: La música ocupa un lugar importante en tu libro, tanto que cada capitulo está acompañado de una canción. ¿Es el rock y el heavy una forma de filosofía a través de las letras de determinados autores? ¿Qué letras te han marcado más y qué escuchas estos días?
N: Creo que las claves para aferrarse a la vida, para preguntarse por ella o para encontrar sentido no están siempre en la filosofía. Por eso mi libro está lleno de muchas más cosas, y entre ellas el rock como pieza clave, porque para mí ha sido uno de los pilares que mejor me sostienen cuando vienen extraños oleajes vitales. Las letras de “Los Suaves” me han marcado y lo siguen haciendo. Todas sus canciones me parecen una ventana para asomarse a emociones, formas de ver el mundo y realidades que, aunque duelen, también me ayudan a saber que no estoy sola, y que hay un mundo que mejorar ahí fuera, pero que también hay rock que todo lo puede cuando la pena me atraviesa.
“CREO QUE NIETZSCHE ES UN HUMORISTA DE LA LECHE”.
P: No has dejado indiferente al cine, y en cierto momento relacionas la filosofía con las películas de Woody Allen. ¿No piensas que existe algo de humor en la filosofía y algo de filosofía en el humor? ¿Cuáles son tus películas filosóficas por excelencia?
N: Encontrar humor en la filosofía es difícil, de hecho creo que se ve de forma negativa a los que incluimos humor, porque parece algo así como restar valor a la filosofía. Algo que debe ser tomado muy en serio. En todo caso, creo que Nietzsche es un humorista de la leche con una pluma muy afilada. Desde el sarcasmo y la ironía.
A la inversa, tenemos a Ignatius que ha sabido mezclar en su humor muchas dosis de filosofía. Muy claramente mezcla filosofía y humor. En lo que denomina “Commedia”. Por otra parte, yo veo filosofía en todas partes (y quien la probó sabe de lo que hablo) por lo que obvio que en el humor hay filosofía.
Mis películas filosóficas, pues supongo que “Matrix” me parece la película por excelencia a la que podemos ponerle ese apellido. Aunque insisto: hay filosofía en todas partes, por lo que decir película filosófica se me hace extraño. Y otra cosa que me cuesta es elegir cosas favoritas. Cada vez me cuesta más. Creo que cada cosa tiene su momento y su lugar. Y no siempre todo encaja en todo momento.

P: Desde el primer momento del libro nos hablas de cómo tus gatos te despiertan cada mañana y a través de una ventana ves el mundo al que te enfrentas cada día. A partir de ahí, es Nietzsche quien te anima a salir a por todas y comerte el mundo. ¿Qué tienes este autor que tanto te apasiona? ¿Siempre gana Nietzsche, o algunas mañanas eres más de Kierkegaard?
No sabría decir por qué Nietzsche me apasiona tanto. Supongo que como cuando alguien se enamora… sucede sin más. Cuando se puede explicar, entonces no es amor. Las mañanas… he tenido etapas en las que no era capaz de salir, pero no las recuerdo como agradables y me termino obligando a salir, porque no quiero sentir esa angustia. Pero es cierto que no siempre puedo salir de la cama. Hay veces que aparece el dolor físico y ante eso no hay mucho pensamiento que me ayude a saltar. Vivir con fibromialgia no es algo sencillo. Pero se lleva con humor y filosofía, que ya es bastante.
P: Según Bauman la sociedad se basa en el individualismo y en las modas con fecha de caducidad. De alguna manera, en tu libro, nos propones romper con la sociedad líquida de la que nos habla el autor. En estos tiempos y con la que está cayendo, ¿qué nos aleja de convertirnos en este tipo de sociedad?
N: Ojalá tuviera la clave. Si la tuviera creo que habría hecho un libro que fuera un “Indignaos Volumen 2.” Pero creo que si intentamos equilibrar el cabreo como sociedad con todo lo antiguo y dejamos de pensar en reaccionarios y progresistas como dos bandos enfrentados, igual logramos hacer una síntesis que nos permita no ser tan categóricos como en el pasado, ni tan líquidos como en la actualidad. Porque esa liquidez aparece de algún modo como repulsa a los deberes, las categorías, el estado anterior. Tanto en el ámbito laboral, como social, como en el del pensamiento. Creo que hay que encontrar esa síntesis para avanzar. Pero en esta era en la que se exageran los polos para lograr un cierto valor en esta sociedad, no sé cómo se puede encontrar esa superación que creo que nos haría falta.
P: En tu libro, nos hablas de Karl Marx y de Daniel Bernabé como dos exponentes a mejorar nuestra calidad de vida actual. Salir de consumismo obsesivo y reivindicar el trabajo realizador. ¿Conseguiremos algún día “Trabajar, sentir, pensar y vivir” y salir del “Trabaja, consume, muere”? ¿Crees que en ese sentido España se diferencia del resto de países?
N: No creo que pueda decirte más que lo que digo en el libro… Me gustaría pensar que de algún modo encontraremos la manera de salir del atasco en el que estamos y en el que una de las grandes palabras clave para entender esto es la de conciliación (y ahora con la pandemia, aún más). Supongo que la clave está en el equilibrio. No parece nada lógico que unos estén desbordados de trabajo y sin un sueldo en condiciones y otros muchos sin trabajo. Esto no parece nada equilibrado y como decía parece que una cosa es aguantar gota a gota el ahogamiento y otra va a ser soportar después de este gran aguacero. Me recuerda a la metáfora de la rana. Que si van calentando poco a poco el agua hasta que hierve, no se da cuenta de que va a morir. En cambio si la intentan meter en agua hirviendo, salta. Pues creo que ahora muchos estamos viendo el agua hirviendo. Se han subido los grados de golpe y espero que saltemos.
P: Vivimos en una sociedad en la que se actúa dentro de las reglas del sistema al que pertenecemos sin reflexionar sobre los actos y sin preocuparnos de las consecuencias que pueda tener votar a unos partidos extremista e individualistas. ¿Qué te parecen las reflexiones de Hannah Arendt sobre la banalidad del mal en un momento como el que vivimos actualmente?
N: Vaya, creo que en tu pregunta tienes la respuesta. Eso sí, creo que igual de peligroso es el individualismo como lo era antes el pensar en la comunidad olvidando al sujeto. Cuando pensamos en el sujeto, pasa lo que hemos visto ahora: que cuando nos toca funcionar como una colmena de sujetos no somos capaces. Basta ver cómo han enfrentado el virus desde China y como lo hemos hecho en Occidente. Pero cuando pensamos en la colectividad olvidando al sujeto, podemos poner por delante cuestiones como la mejora de la raza, o el bien de la mayoría… y llegar a extremos que ya hemos visto en lo que acaban. Saber ser persona dentro de una democracia es lo que nos salvará. Entender al sujeto dentro de la comunidad. (“Persona y Democracia” de Zambrano habla sobre esta cuestión).
P: A pesar de todo, seguirá la filosofía, el pensamiento crítico y el feminismo. ¿Seguirán naciendo también nuevos libros de Nerea Blanco Marañón? ¿Con qué sorprenderás próximamente a tus filosofers?
N: Filosofers seguirá porque soy cabezota. Y porque los que me rodean creen en mí y me apoyan de mil formas. Aunque sea mi proyecto y sea una mujer orquesta (redes, tienda, cursos, libro, charlas…) esto no se mantendría si no fuera por el amor que otros ponen en mí. Lo que no sé es qué irá naciendo desde aquí. Yo voy creando según me van pidiendo. Lo último que he hecho ha sido caer en YouTube, cosa que llevo años diciendo que me da pereza. Pero mis seguidores han sido muy convincentes. Seguiré diseñando productos y espero sobre todo poder sacar y mejorar mis cursos online. Y libros… aparecerán si me veo con algo que decir. Creo que hay mucho ruido y que hay que escoger bien qué hacer o decir. No creo que la vida vaya de rellenar por rellenar. Ni de hacer cualquier cosa por ganar notoriedad.
Nerea Blanco (Madrid, 1987) es licenciada en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid y creadora de la exitosa plataforma Filosofers, un proyecto que pretende divulgar el pensamiento crítico siempre desde el punto de vista de una mujer. Imparte cursos, conferencias y talleres, además de ser una referencia en el mundo on line.
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Entrevista realizada por CRISTIAN MOZO https://twitter.com/CristianLiuva