Lady Off es una película de género dramático en la que Ana, una joven actriz de teatro que busca hacerse un hueco en la industria, se enfrenta a sus propios fantasmas a la hora de representar el papel de Lady Ana en Ricardo III. Pronto se ve inmersa en un juego de espejos en el que su ilusión por este papel radicalmente con las expectativas que tenía puestas sobre su personaje en la obra. La película explora la fina línea que separa no sólo la realidad de la ficción, sino también el consentimiento de la violación.

Me entrevisto con David Rodríguez Losada, director de la nueva película Lady Off, y la actriz Marta Fuenar, que protagoniza el papel de Ana en el largometraje.
¿Cuándo nace esta idea y cuánto tiempo os ha llevado realizarla?
D: La primera idea nace a finales de 2016, y rodamos las primeras escenas en agosto de 2017. El proceso de creación total nos ha llevado en torno a los dos años. El rodaje duró ocho días y todo sucedió en un periodo muy corto de tiempo.
¿Cómo nace la idea principal que da forma al argumento de la película?
D: La idea principal que tuve sobre el argumento de la película nace de un planteamiento un tanto ingenuo. Me llamaba la atención de Ricardo III, la capacidad de cómo una actriz afrontaba emocionalmente este papel sin sufrir a nivel personal. Ya que, como pasa en la película, podría llegar a confundirse y no saber dónde empieza y dónde termina el personaje.
¿Dónde radica el tema esencial de este largometraje?
D: El tema concreto radica en el choque de personalidad entre Ana, la protagonista de Lady Off, y Lady Ana, el papel que interpreta en la obra de Shakespeare. Tuvimos esa curiosidad, y ha sido a través de Marta Fuenar y Mateu Bosch donde ha nacido la tesis y el argumento de la película; que descubrimos en el fondo artístico de estos dos actores.
¿Cómo ha sido el proceso de rodaje de la película?

D: La película final tiene cuatro planos temporales. Nosotros le dedicamos un día y medio por plano temporal. Queríamos que los actores viviesen del tirón tomas de 45 minutos para así vivir intensamente toda la situación que recoge la película, respetando el arco emocional que también se cumple en el teatro.
Nosotros con varias cámaras documentábamos lo que ellos vivían, y después, si hacia falta, lo volvíamos a repetir corrigiendo y añadiendo pequeñas tomas más breves.
Así es como en cinco días la película estaba recogida en todas sus tomas, y pudimos emplear el resto en lo que realmente fueron cuestiones puntuales para recuperar tomas o arreglar errores. Por eso pudimos rodar en tan pocos días.
¿Cómo ha sido tu experiencia como actriz durante proceso de rodaje de Lady Off?
M: El trabajo fue muy intenso. Yo a David le conocí en persona el día antes de rodar, porque hasta entonces nosotros sólo habíamos hablado por teléfono o por mensaje, pero realmente nos conocimos el día de antes.
En el rodaje todo fue muy experimental y al final ha sido un proyecto especial y emocionante porque me ha permitido jugar con mi personaje y experimentar con mi creatividad durante las escenas más largas, lo cual es muy poco habitual. Como actriz me parece una posición muy interesante.
¿Cómo ha sido para ti crear el personaje de Lady Ana sobre el personaje de Ana?

M: El proceso ha sido una locura, ya que me estaba preparando dos personajes simultáneamente. Por un lado el papel de Ana y por otro el de Lady Ana en Ricardo III. Por eso cuando empezaron a buscar el elenco buscaban actores que hubieran interpretado el papel de la obra de Ricardo III, porque realmente al final íbamos a hacer dos papeles y era necesario tenerlo interiormente muy asimilado.
¿Cuál ha sido la gran diferencia que has encontrado respecto a la primera vez que representaste el papel de Lady Ana en Ricardo III unos años atrás?
M: El personaje de Lady Ana está muy relacionado con el teatro off de Madrid, pero la diferencia es que ahora me lo preparaba desde la perspectiva de Ana, que tiene otras inquietudes y otra vida diferente a la mía. Era repensar a Lady Ana desde la cabeza de Ana y no desde la de Marta.
¿Consideras que esta película tiene un trasfondo feminista?
M: Sí. Cuando en la sociedad interesan estos temas, surgen desde muchos sitios distintos. Aunque en principio la idea no viniera de ahí, la sociedad lo estaba demandando, ya que son los temas que nos interesan a todos. Y aunque cuando nació la película aún no existía el movimiento del me too, ya en la sociedad se podía palpar esta necesidad.
Cuando existen este tipo de cambios sociales, surgen distintas voces para hablar sobre ello. Y nosotros lo hicimos a través de la película.
¿Cómo trabajas este tipo de papeles tan intensos emocionalmente?, ¿consideras algún aspecto fundamental a tener en cuenta?
M: Como actriz siempre trabajas con tu vida y con tus emociones. Para mí es muy importante a la hora de jugar estos papeles (que llevan a lugares intensos y muy vulnerables), sentirme cuidada en el grupo de rodaje en el que estoy. Como actriz viví este viaje intenso muy arropada por mi equipo.
En lo que respecta a la situación emocional, me parece fundamental que los actores se encuentren en un ambiente protegido porque, si no están en el ambiente propicio en el que todo está pactado, se pueden llegar a sorprender.
En el rodaje yo me encontraba muy cuidada por mis compañeros.
¿Cómo ha sido el proceso de elaboración cinematográfica de esta película?

D: En principio había unas pocas hojas de guion y el resto lo iban construyendo los actores. Nosotros pactábamos un par de cosas con ellos y empezábamos a rodar.
Después grabábamos los hechos de manera cronológica para que se fueran desarrollando naturalmente la relación entre los personajes. E igual que esto lo hicimos así, también tuvimos conversaciones serias donde pactábamos hasta donde íbamos a llegar, para que nadie se sintiera incómodo.
Marta se puso contra las cuerdas a la hora de representar su papel y trabajó muy duro, pero había un equipo que la estaba sujetando. Y Mateo tuvo libertad a la hora de hacer su papel, pero sabiendo que había determinados pactos de antemano.
¿Cómo has sentido desde la perspectiva de actriz todo este proceso que hemos comentado?, ¿de que manera has afrontado el papel que te tocaba?

M: La película no tenía un guion concreto, y nosotros sólo teníamos una idea sobre cada escena: dónde empezaba, qué ocurría y dónde terminaba. Y yo como actriz buscaba el mejor vínculo con mi personaje en partes comunes, para así sentir el proyecto como parte de un todo.
¿De qué manera ha funcionado el equipo de trabajo durante el rodaje de esta película?
D: Es una película que tuvo un equipo muy reducido de personas, porque queríamos darle a los actores la libertad de estar en el escenario y poder actuar libremente y sin agobios.
Según avanza la película y vemos cómo crecen los personajes, el interés está más cerca del espectador.
La técnica de trabajo me parece muy novedosa por todo lo que has contado. ¿De dónde nace esta influencia?
D: No sé por qué decidimos hacerlo así. El interés estaba en cómo una actriz vivía una situación de este tipo. Y hacer un guion completo hubiera sido una trampa, porque era más interesante que pasase de verdad y que el proceso se fuera creando solo. La realidad la tenía que dar una actriz, que sólo sabía el punto de partida, los hitos y el final.
Nosotros sólo queríamos poner el escenario, para que ella lo contara y lo viviera a su manera. Es una ficción que de alguna manera se acerca mucho a la realidad, y la cámara sólo cumple el papel de testigo.
¿Cuál ha sido la gran diferencia que has encontrado como actriz de teatro respecto al cine?
M: Yo había hecho cortos pero no muchos proyectos de largometraje. Esta vez era distinto ya que, a pesar de ser cine, me permitía hacer el arco teatral al completo porque siempre rodábamos escenas muy largas.
En ese sentido no había cambio y yo estaba cómoda. Pero mantener la concentración mientras los compañeros de cámara y sonido estaban apenas a cinco centímetros míos era complicado. Sin embargo, se hizo muy cómodo al trabajar todos en equipo.
¿Cómo ha sido las presentaciones?
D: Estrenamos en la 66ª Edición Festival Internacional de cine de San Sebastián y de ahí fuimos al Festival de Cine de Madrid, donde le dieron el Premio a Mejor Interpretación en Largometraje Nacional a Marta. Y ahora estamos trabajando con Begin Again Films, que va a proyectar la película en distintas salas. Habrá que ver la respuesta de la gente.
Ahora mismo estamos centrados en la promoción de la película. Una de las dos productoras es Pecado Films (Viaje al cuarto de una madre), que nos han ayudado y apoyado bastante.
Eres un director que trabaja de manera muy novedosa respecto al actual panorama cinematográfico. Me preguntaba cómo contemplas el futuro del cine.
D: Creo que en el futuro haremos películas pequeñas, donde actores muy interesantes puedan aparecer en películas de presupuesto medio. Habrá que ver qué pasa con las plataformas estilo Netflix o HBO, donde surge mucho talento a pesar del presupuesto tan reducido con el que se cuenta a veces.
Has trabajado mucho para este proyecto y la película se estrena el 29 de marzo en las principales salas cinematográficas. ¿Qué esperas de esta película en los próximos meses?
D: Creo que es una película que tendrá un buen recibimiento ya que además ha contado con el empuje del Festival de San Sebastian, lo cual le da cierta importancia.
Además trataremos de acercarnos al público a través de las presentaciones en salas y festivales. Próximamente debutaremos en Madrid, Bilbao y Gran Canaria.
Esperamos tener una feliz acogida.
Entrevista realizada por Cristian Mozo @CristianLiuva